Miqueas Henares. Psicólogo General Sanitario con experiencia en sectas. Forense en la Asociación Española de Peritos Judiciales. Psicólogo en el Grupo de Intervención en Emergencias y Catástrofes de las Islas Baleares (GIPEC IB). Pertenece a la Asociación Española de Víctimas de los Testigos de Jehová y desempeña su trabajo profesional en Mallorca en su consulta privada donde atiende casos clínicos tanto a adultos como adolescentes, y especialmente a víctimas de sectas. Miembro de la AIIAP.
Nací en el seno de una familia de Testigos de Jehová, y a través de mi relato no busco hacer una crítica infundada hacia esta organización ni desmerecer a sus miembros. Más bien trato de informar sobre lo que ocurre dentro de sus filas y facilitar información que está oculta a la sociedad y, en general, a toda la gente que desde fuera cree conocerla.
1. EL ADOCTRINAMIENTO
Durante 36 años viví en esta secta. Fui testigo de Jehová de tercera generación; mis padres lo eran antes de que yo naciera y mi abuela materna también lo fue. Mis padres ya estaban predicando en las calles mientras mi madre me gestaba en su vientre. Puedo decir que ya predicaba antes de nacer. Como hijo de testigos, fui educado de manera estricta, con una lista interminable de prohibiciones en las que no podía participar. Entre ellas se encontraban las fiestas de cumpleaños, los santos, la Navidad, el fin de año, los días festivos y sus tradiciones, según el lugar donde vivía, etc.
No participar en actos sociales, como los cumpleaños, afectaba la interacción social que ya se debería tener desde la infancia. Recuerdo que algún compañero de clase traía caramelos por su cumpleaños y dejaba uno en cada mesa de los alumnos. Yo no lo cogía; hacerlo significaba ser desobediente a Jehová, o al menos así se me enseñaba en mi familia desde pequeño. Lógicamente, aquello me excluía del grupo de amigos y, poco a poco, me convertía en el rarito de la clase.
¿Cómo podía un niño de 6 años explicar las razones por las que no participaba en esas celebraciones? Las explicaciones yo las daba en forma de un cuento fantástico, previamente adoctrinado por mi padre, quien se encargaba de proporcionarme una justificación sobre por qué no celebraba esas cosas. Lógicamente, cuando intentaba explicárselo a mis compañeros del colegio, me miraban como si fuera alguien extraño; no entendían nada. Pero a mí se me enseñaba que eso era lo que «Jehová quería». Desde pequeño, me veía inmerso en la lucha de tener que rechazar cosas que a cualquier niño le gustaban, solo para agradar a Jehová.
Jehová se convertía en un juez que todo lo ve y nada queda oculto a sus ojos; él podía leer hasta tus pensamientos. Estaba desnudo ante él; por supuesto, me venían deseos de probar aquellas cosas de las que mis compañeros de clase disfrutaban, por ejemplo, los regalos que recibían de los Reyes Magos en Navidad o de disfrazarme en los carnavales. Toda mi infancia adoptó un rol de espectador de lo bien que se lo pasaban los demás. Agradar a Jehová era más importante que satisfacer tus propios deseos. Eso era lo que se me enseñó desde pequeño.
2. EL BLOQUEO MENTAL
¿Cómo, a través de sus doctrinas e interpretaciones de la Biblia, logran crear un conjunto de creencias que bloquean el razonamiento lógico y la capacidad de contrastar el conocimiento con diversas fuentes de información?
A través de sus doctrinas y reinterpretaciones de la Biblia, logran crear toda una estructura de creencias que, de modo arbitrario, aplican a los seguidores de la organización. Cabe decir que la organización de los Testigos considera que son la religión escogida por Dios y creen ser la continuación del cristianismo del primer siglo.
Pongamos por caso el uso que hacen de la sangre los Testigos de Jehová en medicina. Ellos hacen una interpretación de la Biblia que prohíbe a sus seguidores cualquier uso de la sangre, tanto si es digerida como si es transfundida en el cuerpo. Evidentemente, la privación del uso de transfusiones de sangre, por ejemplo, en casos de urgencia, como una pérdida masiva de sangre en un accidente, llevará a que la víctima, si es Testigo de Jehová, rechace todo uso de transfusiones, aunque su vida corra peligro. Lo mismo sucederá si requiere un tratamiento que implique hemoterapia. Y esto aplica tanto a adultos como a menores de edad. El Testigo de Jehová hará caso omiso a los profesionales de la salud y confiará ciegamente en los consejos de sus líderes. Más adelante hablaré de este grupo elitista.
3. LA VERDAD
Término que utilizan para describir la base de sus doctrinas y dicotomizar el mundo conocido. Los Testigos denominan «verdad» a todo lo que implica estar en la organización, como si de una energía envolvente se tratara. Es común oírlos decir que entraron en la «verdad» para referirse al día de su bautismo, en señal de dedicación a su vida como Testigos de Jehová.
El término «verdad» lo acompaña un sentimiento de absolutismo; no hay nada fuera de su verdad que sea verdadero. Todo lo que ellos dicen es la verdad, porque supuestamente lo reciben por vía divina; por lo tanto, fuera de su verdad, todo es mentira, es decir, parte del mundo de Satanás. Nuevamente plantean la dicotomía: «nuestra verdad frente a la mentira del mundo». Nada que no digan o publiquen ellos es verdad si no pasa por el filtro de la organización.
4. EL MUNDO
Concepto con el que describen todo lo que no pertenece a su organización: el lado oscuro de un mundo dicotómico. Para ellos, el mundo pertenece a Satanás, de modo que todas las personas pertenecen al mundo de Satanás, excepto, por supuesto, los Testigos de Jehová. Ellos, como dicen textualmente, no son parte del mundo.
5. LA ORGANIZACIÓN
Como una extensión del propósito divino, pero aquí en la tierra, ellos, como elegidos, forman la organización de Dios y se autoproclaman el único canal entre Dios y los hombres.
Los líderes son un grupo de 9 hombres autoproclamados como el Cuerpo Gobernante, desde su sede en EE. UU. Afirman ser guiados por el espíritu santo de Dios; por lo tanto, lo que ellos dicen es como si Dios hablara a través de ellos. Son el canal de comunicación entre Dios y los hombres. No hay nada que demuestre esa afirmación, pero lo que ellos dicen es «la verdad». Así que todos los adeptos, bajo esa premisa, obedecen sin posibilidad alguna de cuestionar nada.
6. LA VIDA DENTRO DE LA COMUNIDAD DE LOS TJ
- La forma de vida
Sus costumbres y creencias, llevadas a la vida diaria, resultan cuanto menos curiosas y reveladoras. Son personas que se relacionan solo entre los miembros del grupo. El resto de las personas, como compañeros de clase, del trabajo, vecinos o cualquier otro tipo de compañía, se mantienen en lo mínimo, sin llegar a intimar. Esto ocurre porque, según sus doctrinas, no son parte de este «mundo» y, por lo tanto, mantienen un contacto superficial. Esto asegura el aislamiento de los miembros y alimenta la socialización e intimidad solo con los del grupo.
A los más jóvenes se les indica que es mejor no estudiar en la universidad porque ahí hay mal ambiente y está cargado de inmoralidad. Básicamente, se les presenta un mundo peligroso fuera de su organización, y se les enseña que solo dentro del pueblo de Dios encontrarán seguridad. Se les hace dependientes. Por supuesto, esto ocasiona que la mayoría acceda a trabajos mal pagados y tenga que dedicar más horas al trabajo seglar. Esto, unido a la cantidad de tiempo que deben dedicar a preparar sus reuniones, la predicación y las responsabilidades dentro de la congregación, hace que lleven una vida agotadora, sin tiempo para pensar o siquiera cuestionar sus doctrinas.
Todo Testigo debe necesariamente dedicar tiempo a la predicación; de lo contrario, corre el riesgo de ser sancionado por los ancianos de su congregación, quienes velan y supervisan a todos los miembros.
Los varones son los únicos que pueden aspirar a puestos de responsabilidad; las mujeres solo pueden aspirar a predicar y casarse con un Testigo, preferiblemente uno que tenga objetivos relacionados con puestos de responsabilidad en la congregación, lo cual le dará un mayor estatus social, algo que, lógicamente, también la afectará a ella.
La forma de vestir no obedece a un estilo concreto, pero debe ser especialmente vigilada por las mujeres, en particular en cuanto a la longitud de sus faldas, escotes y todo aquello que pueda ser una «piedra de tropiezo» para los varones. Estamos hablando de una sociedad patriarcal y machista en la que la mujer no tiene capacidad de decisión y debe acatar las decisiones del varón. Especialmente si está casada, debe ser sumisa a su marido.
Tienen absolutamente prohibido leer cualquier información que critique o describa aspectos de la organización, especialmente si proviene de ex adeptos. Ellos denominan a todos aquellos que abandonan la congregación y luego critican a esta como «apóstatas». Un apóstata es la peor de las acusaciones que se pueden hacer dentro de la congregación, ya que la persona es expulsada por un comité de ancianos, normalmente compuesto por tres miembros, quienes decidirán la permanencia o no del acusado.
Las consecuencias de dejar de ser Testigo por no estar de acuerdo con sus doctrinas son el aislamiento social y el ostracismo. La persona expulsada pierde la relación con los miembros de la congregación; incluso si tiene a toda su familia dentro de esta organización, estos deben dejar de saludarla. Esto genera que muchos Testigos permanezcan en sus filas porque no quieren perder la relación con amigos o familiares que también son Testigos.
Ante tantas restricciones, la vida de un Testigo está perfilada y delimitada por las reglas que sus dirigentes imponen con el tiempo. Según la edad de cada Testigo, su vida estará marcada por un sinfín de reglas, escritas y no escritas, lo que resulta en un control absoluto sobre sus seguidores.
- Las expectativas de vida
La vida de un Testigo de Jehová gira en torno a la esperanza de vivir en un paraíso aquí en la Tierra, pero antes deben sobrevivir al Armagedón, que Dios traerá a la humanidad por no escuchar su palabra. Nuevamente, para ser salvo, hay que ser Testigo de Jehová, porque solo ellos podrán aspirar a la salvación.
Resulta curioso lo vulnerable que es la vida si te equivocas o pecas; prácticamente estamos hablando de una pena de muerte si no haces las cosas bien. Ante tal pronóstico, resulta inevitable pensar en los trastornos mentales que genera vivir bajo la amenaza de ser ejecutado en el Armagedón, y también en este mundo, al enfrentarte a la muerte social.
7. UNA VISIÓN PSICOLÓGICA DESDE LA EXPERIENCIA PERSONAL Y PROFESIONAL.
Esto es un pequeño resumen que recoge tan solo una parte de lo que implica pertenecer a este grupo, que está registrado además en nuestro país como religión de notorio arraigo.
Son muchas las personas que han sufrido las consecuencias de pertenecer a los Testigos de Jehová y que, en muchos casos, al ser expulsadas o haberse desasociado, la familia y amigos que tenían dentro de la organización sencillamente las han dejado de lado en el más absoluto ostracismo. Estos casos se vuelven aún más graves cuando la víctima llevaba muchos años dentro del grupo y su única red de amigos y conocidos estaba compuesta mayoritariamente por Testigos de Jehová.
Personalmente, también tuve que lidiar con las consecuencias de abandonar la congregación. No hay una salida honorable en la organización de los Testigos de Jehová. En mi caso, mi propia familia me rechazó al dejar la congregación por no estar de acuerdo con algunas de sus doctrinas. Recordemos que dentro de la organización no se puede opinar ni pensar de manera diferente al grupo. Todos deben seguir la misma regla, tanto si te parece bien como si no. Esta situación terminó por colapsarme y generó un estado de desorientación en el que había perdido por completo el norte; ya no sabía qué razón tenía para vivir. Tuve que reprogramar mi vida por completo.
Posteriormente a mi salida de la organización, cursé mis estudios en la facultad de Psicología y pude notar la falta de profesionales de la salud mental para un perfil de pacientes que presentaba carencias muy concretas dentro de un marco sectario.
Las alteraciones que más se repiten en las víctimas que abandonan la organización de los Testigos de Jehová son la depresión, la ansiedad, el estrés postraumático, la fibromialgia, la ideación suicida y los suicidios, además del miedo, las fobias y, sobre todo, los problemas para recuperar una identidad propia que, hasta entonces, habían adoptado según su organización.
Las técnicas que utiliza esta organización con sus adeptos son las siguientes:
- El control de la información a la que tiene acceso el adepto. Para conseguir este control, se suelen negativizar las fuentes de información; por ejemplo, la consulta en Internet, leer prensa, ver televisión, etc., se estigmatiza diciendo que son «obra de Satanás» o que están «controlados y mediatizados por el poder». Muchas veces, incluso se prohíbe directamente y se sanciona su consulta. Esta prohibición se plantea como una muestra de confianza por parte del adepto.
- El debilitamiento psicológico y físico, otra técnica habitual, se consigue haciendo que la persona trabaje o estudie constantemente, o mediante un proselitismo del grupo que ocupa muchas horas diarias.
- El aislamiento de su entorno. Es frecuente aislar al adepto del mundo que hasta ese momento formaba parte de su vida diaria, incluida su familia si no es Testigo de Jehová, sus amigos y, en general, de la vida social que antes tenía con normalidad.
- Técnicas de control emocional:
- La activación de emociones intensas a través de sus programas de adoctrinamiento, cánticos y el uso de ejemplos de fieles a quienes hay que seguir como referentes para el Testigo de a pie
- La identificación del adepto con el grupo se refuerza a través de los mismos intereses, ilusiones, hastío social y gustos. En estos grupos, se fomenta un sentido de «ser especiales» por pertenecer a un tipo de personas con un saber y una sensibilidad distintos. Además, es común hacer creer al adepto que tiene un papel muy concreto e importante. Se le asigna un rol clave en el proyecto del grupo, cuyo objetivo es mejorar tanto la situación de su desagradecida familia como la del mundo, generando en ellos un sentimiento de ser salvadores.
- Técnicas basadas en el control cognitivo
8. PARA AQUELLOS QUE DECIDIERON VALIENTEMENTE ABANDONAR UNA SECTA Y TOMAR EL CONTROL DE SUS VIDAS
Resulta paradójico pensar que aquello que te hizo tanto daño finalmente te haga más fuerte. Aunque debo aclarar que no siempre tiene un buen final. Como profesional de la salud mental, he tenido pacientes ex Testigos con serios problemas mentales que les han dejado una marca imborrable en sus vidas.
Una experiencia así nunca se olvida, pero es posible reprogramar la mente y, como consecuencia, la propia vida. Esto implica un cambio de paradigma y un reinicio completo para un nuevo proyecto de vida.